La verdad es que creo que llegué en un punto óptimo de forma y pienso que el secreto fué en parte el no haberme pasado demasiado con el volumen de km durante esta preparación. Es cierto que este ya es mi cuarto marathon y por lo tanto mi organismo poco a poco se va adaptando mejor a la distancia, pero en otras ocasiones he tenido la sensación de haber llegado un poco sobreentrenado y con mucho cansancio acumulado.
En cualquier caso, la carrera me salió redonda. Me marqué el objetivo de correr a 5' el km a partir del km 10 y ya no soltarlo hasta la meta y lo cierto es que lo conseguí perfectamente. El paso por la primera mitad en el km 21 lo hice en 1:45:01 y la segunda mitad me salió en 1:45:00 IMPRESIONANTE !!! fuí como un puñetero reloj suizo durante toda la carrera !!! Y lo mejor de todo es que me lo pasé en grande. Por primera vez no tuve amagos de rampas ni calambres a partir del km 35 y tampoco tuve sensación de muro. Guzzi y las niñas estaban esperándome en ese km y me dió una alegría tremenda el poder pararme unos segundos a darles un beso y salir de nuevo pitando mientras le decía a mi mujercita en plan torero "va por ti cariño" :)))
La llegada fué muy emociante. Pasar debajo de la puerta de Brandemburgo corriendo un marathon es una sensación estupenda. Ya ves la meta a pocos metros y sabes que la carrera está punto de acabar y de repente se agolpan muchas sensaciones, te acuerdas de los entrenos duros, de las largas tiradas en solitario, de los dolores de piernas y el cansancio... pero también sientes que ya está, que ya has llegado y que el objetivo se ha cumplido y eso me proporciona siempre una increible sensación de paz y de calma. Ese es el verdadero objetivo que sigo y persigo cuando corro. Luego llega el tiempo que marca mi crono, la medalla que te cuelgan por ser finisher y la enorme sonrisa en mi cara que refleja mi completa felicidad.
He acabado mi CUARTO MARATHON: Tres horas, treinta minutos, un segundo.