jueves, 6 de enero de 2011


Son las 13:30 del día de Reyes, 06 de enero del nuevo 2011. Acabo de salir a correr un rato después de dejar a mis peques jugando con los nuevos juguetes que acabamos de terminar de montar juntos.


Es una mañana blanquecina y no hace demasiado frío. Conecto el ipod, enciendo mi crono y empiezo mi entreno de hoy... 60' por delante, llevo música cañera, Deff Leppard, canción 'Fotograph' y a los pocos segundos empiezan las sensaciones: mis piernas van casi solas, las noto fuertes y ligeras al mismo tiempo, la respiración va fluida, acelero un poco el ritmo y mi gesto en la cara empieza a dibujar una sonrisa... aquí estoy yo, corriendo en pleno día de reyes, escuchando música y analizando las sensaciones que me rodean: el viento en la cara, el ruido de mis pasos rítmicos al chocar con el asfalto, mis brazos en su gesto típico de balanceo, la sensación de velocidad, la gente al pasar... joder podría correr así durante horas, soy una máquina de precisión y mi cuerpo está en completa armonía.
Voy por debajo de 4:30' el kilómetro y apenas noto cansancio. Mi cabeza no para de producir endorfina, todo me parece genial, no hay nada que me pueda molestar, hace un día precioso y yo estoy en lo alto de un planeta azul corriendo mientras el mundo gira a mis pies.


Si, es verdad, existe la felicidad plena, hoy la he acariciado durante 1 hora.