domingo, 26 de agosto de 2012

Yo no me dopo...ni falta que hace!!

Escribo esta entrada con cierta tristeza por la noticia que ha saltado hoy a la actualidad sobre la perdida de los 7 Tours de Lance Armstrong por su decisión final de no defender su inocencia sobre los casos de dopaje que sobre él pesan a través de la Agéncia Americana USADA. La verdad es que me cuesta asimilar, así de golpe, que LA ya no es el campeón que hasta ahora era. Cuesta hacerse a la idea de que el gran ciclista que ha marcado a casi toda una generación y que ha llevado al ciclismo a cotas de popularidad  inimaginables, de repente ya no es el héroe y el grandísimo deportista que hasta ahora a muchos nos parecía.

Es muy triste que se te caiga un mito del tamaño de LA. La magnitud de los logros deportivos conseguidos es enorme, pero casi más triste es el descubrir el enorme vacío que deja en la memoria de todos los que alguna vez hemos alucinado con sus gestas encima de una bici. A mi particularmente, me queda una sensación extraña, como si me hubieran timado. Lo digo por que yo, que soy un deportista del montón, me he comprado y leido todos sus libros, cuando he buscado motivación y ganas de salir a entrenar he visto muchísimas veces sus videos en youtube, le he seguido sin perderle la pista en sus escarceos y éxitos en el Triatlón y en definitiva le he admirado. 

El dopaje en el deporte de élite se está convirtiendo en otra lacra más de nuestro sistema social en el que ante todo se busca el éxito por el camino fácil. No dudo ni dudaré jamás de las cualidades físicas de muchos deportitas de élite, pero a costa de que el espectáculo continue estamos corrompiendo los mejores valores del ser humano. 

A mi me enseñaron de pequeñito que con la práctica del deporte siempre van asociados valores como el sacrificio, la constancia, la superación y sobre todo la salud. Hoy en día vemos a demasiados deportistas asociados a bolsas de sangre para transfusiones, jeringuillas y medicamentos experimentales aún sin patente. No tengo nada en contra de ello, pero por favor que no lo llamen DEPORTE. Eso más bien podría ser algo así como MRFH, Medicina para el Rendimiento de la Fisiología Humana, acrónimo que me acabo de inventar, aunque bien podría valer cualquier otro nombre. 

Si estamos empeñados en que el hombre consiga correr los 100 m lisos por debajo de los 9", complete un Marathon en menos de 2h y consiga 8 Tours seguidos, entonces demos paso a la ciencia y que esta nos mejore como especie. Yo no tendría ningún problema con ello.  El espectáculo seguiría y yo buscaría mi motivación cuando la necesite en cosas más cercanas, como aquel Marathón que participé en el que adelanté en el km 1 al corredor gordito y que ya iba resoplando pero que al final llegó a la meta, o en aquel IM en el que el último triatleta cruzaba la línea de llegada en 17:00h y apenas unos segundos antes de que llegara el corte final, o en toda esa gente anónima que llena las calles de cualquier ciudad un domingo cualquiera en cualquier carrera popular. Si a partir de ahora quiero alimentarme de esa cruda energía es ahí a dónde tendré que buscarla. 

Una sociedad en la que sus personajes de referencia son deportistas que hacen trampa ( presuntamente ), en la que los profesores de importantes escuelas de negocio con la responsabilidad de formar futuros líderes hacen trampa ( presuntamente ), en la que los políticos que gobiernan carecen de ética y de estética y también hacen trampas ( presuntamente ) es ( seguro )  una sociedad vacía y sin fundamento y que está abocada al fracaso presente y sobre todo futuro para las siguientes generaciones.

A mi como padre, deportista popular e individuo de esta sociedad todo esto me preocupa. Los valores que necesitamos, hoy más que nunca, son los valores de siempre, los que todos conocemos. Son estos principios sólidos los que nos ayudarán a volver al camino correcto. 

En cualquier caso, seré optimista y mientras tanto, saldré mañana prontito a correr mi tirada larga de los domingos, habré desayunado un bowl de cereales y un puñado de nueces, estaré cansado, me doleran las piernas y quizá me encuentre algo desmotivado...pero yo no me dopo...ni falta que hace!!  :)  



    

  


jueves, 19 de julio de 2012

Volver a entrenar...o la memoria muscular.

Dicen los teóricos del entrenamiento, que el músculo entrenado guarda memoria del machaque producido durante un tiempo y que este conserva de forma latente algunos de los beneficios obtenidos durante un periodo de entreno largo y continuado. 

Pues bien, ahora que voy a empezar a entrenar de manera continua otra vez, voy a tener la oportunidad de comprobar en primera persona que hay de cierto en esta afirmación. 

De momento solo estoy notando dolor, mucho dolor de patas y molestias de todo tipo: me duelen las rodillas, me duelen los isquios, me pesan horrores las pantorrillas y hasta los gemelos no me aguantan ni 15 minutos sin empezar a quejarse y hacerse notar...

Así que de momento no hay memoria celular en mis músculos ni beneficio de adapatación al medio, con lo que mi capital de reserva fisiológica esta muy menguado, asi que me toca sufrir y empezar a cojer forma pasito a pasito. 

El Domingo próximo correré en la Cursa de los Poblats, una carrera con montaña de por medio que a buen seguro me pondrá en mi sitio justo de partida para esta nueva temporada. 

Si el dolor es la forma que tiene el cuerpo de eliminar la debilidad, puedo decir que estoy bastante flojo y que me va a doler muuuuuuuuucho...


Lo iremos viendo.

  




 

domingo, 8 de julio de 2012

Un día como hoy de hace un año...

Hoy hace justo un año que a esta hora, mas o menos, cruzaba la meta del IRONMAN de Zurich, Suiza.  Atrás dejaba un día muuuuuuuuuuy largo, lleno de emociones y de sensaciones únicas que culminaban cruzando la meta y poniendo punto final a más de medio año largo de entrenos casi a diario en solitario y en los que aprendí que es el camino y no la meta lo que da sentido a los retos. 

Un triatlón de LD que me llevó algo más de 12 horas completar y en los que mi estado anímico no bajo del subidón permanente en ningún momento. Casi sin comer, sin parar más que en los avituallamientos finales y continuamente en movimiento durante más de doce horas, son toda una lección en práctica de las enormes aptitudes físicas que todos guardamos y  que casi nunca llevamos a la acción.

Hoy, un año después y visto desde la calma que aporta el sosiego, pues apenas he vuelto a entrenar o competir de forma disciplinada, puedo decir que fue una experiencia personal de enorme trascendencia, que me enseñó que la virtud de competir o de participar en una prueba de este tipo, más alla de un objetivo deportivo, se encuentra en la voluntad y el ánimo firme de llevar a cabo una tarea que nos haga desplegar toda nuestra fuerza interior al tiempo que, en justa reciprocidad, nos aporta valor y nos mejora como personas.

Todas estas emociones y sensaciones, son como una metáfora de una vida vivida. Correr un Marathon, o participar en un IM y cruzar al final la línea de llegada dónde te espera tu familia, son grandes hitos comparables a los que discurren paralelos en nuestras vidas más mundanas. Etapas felices que dejas atrás,  que no marcan una meta concreta sino que son solo el inicio del siguiente camino a recorrer y que jalonan con la suficiente fuerza para que sigas adelante en tu caminar. 

Es muy motivante comprobar como en el esfuerzo intenso se encuentra siempre oculta la semilla de la recompensa. Las grandes lecciones de la vida se presentan siempre con una dósis de sacrificio. Saber esto y comprenderlo en toda su dimensión me ayuda a ser mejor y me aporta la calma necesaria para vivir en armonia. 

Ahora, un año después de esta etapa, inicio otro objetivo, no menos importante, como es el de correr en el Marathon de Frankfurt a finales del mes de octubre.  

Allí estaremos de nuevo todos juntos. A por ello !!!