jueves, 19 de julio de 2012

Volver a entrenar...o la memoria muscular.

Dicen los teóricos del entrenamiento, que el músculo entrenado guarda memoria del machaque producido durante un tiempo y que este conserva de forma latente algunos de los beneficios obtenidos durante un periodo de entreno largo y continuado. 

Pues bien, ahora que voy a empezar a entrenar de manera continua otra vez, voy a tener la oportunidad de comprobar en primera persona que hay de cierto en esta afirmación. 

De momento solo estoy notando dolor, mucho dolor de patas y molestias de todo tipo: me duelen las rodillas, me duelen los isquios, me pesan horrores las pantorrillas y hasta los gemelos no me aguantan ni 15 minutos sin empezar a quejarse y hacerse notar...

Así que de momento no hay memoria celular en mis músculos ni beneficio de adapatación al medio, con lo que mi capital de reserva fisiológica esta muy menguado, asi que me toca sufrir y empezar a cojer forma pasito a pasito. 

El Domingo próximo correré en la Cursa de los Poblats, una carrera con montaña de por medio que a buen seguro me pondrá en mi sitio justo de partida para esta nueva temporada. 

Si el dolor es la forma que tiene el cuerpo de eliminar la debilidad, puedo decir que estoy bastante flojo y que me va a doler muuuuuuuuucho...


Lo iremos viendo.

  




 

domingo, 8 de julio de 2012

Un día como hoy de hace un año...

Hoy hace justo un año que a esta hora, mas o menos, cruzaba la meta del IRONMAN de Zurich, Suiza.  Atrás dejaba un día muuuuuuuuuuy largo, lleno de emociones y de sensaciones únicas que culminaban cruzando la meta y poniendo punto final a más de medio año largo de entrenos casi a diario en solitario y en los que aprendí que es el camino y no la meta lo que da sentido a los retos. 

Un triatlón de LD que me llevó algo más de 12 horas completar y en los que mi estado anímico no bajo del subidón permanente en ningún momento. Casi sin comer, sin parar más que en los avituallamientos finales y continuamente en movimiento durante más de doce horas, son toda una lección en práctica de las enormes aptitudes físicas que todos guardamos y  que casi nunca llevamos a la acción.

Hoy, un año después y visto desde la calma que aporta el sosiego, pues apenas he vuelto a entrenar o competir de forma disciplinada, puedo decir que fue una experiencia personal de enorme trascendencia, que me enseñó que la virtud de competir o de participar en una prueba de este tipo, más alla de un objetivo deportivo, se encuentra en la voluntad y el ánimo firme de llevar a cabo una tarea que nos haga desplegar toda nuestra fuerza interior al tiempo que, en justa reciprocidad, nos aporta valor y nos mejora como personas.

Todas estas emociones y sensaciones, son como una metáfora de una vida vivida. Correr un Marathon, o participar en un IM y cruzar al final la línea de llegada dónde te espera tu familia, son grandes hitos comparables a los que discurren paralelos en nuestras vidas más mundanas. Etapas felices que dejas atrás,  que no marcan una meta concreta sino que son solo el inicio del siguiente camino a recorrer y que jalonan con la suficiente fuerza para que sigas adelante en tu caminar. 

Es muy motivante comprobar como en el esfuerzo intenso se encuentra siempre oculta la semilla de la recompensa. Las grandes lecciones de la vida se presentan siempre con una dósis de sacrificio. Saber esto y comprenderlo en toda su dimensión me ayuda a ser mejor y me aporta la calma necesaria para vivir en armonia. 

Ahora, un año después de esta etapa, inicio otro objetivo, no menos importante, como es el de correr en el Marathon de Frankfurt a finales del mes de octubre.  

Allí estaremos de nuevo todos juntos. A por ello !!!